La huella emocional que dejas con esta experiencia
Cuando una mamá viene al estudio para su sesión de embarazo, muchas veces lo hace con la idea de capturar “un lindo recuerdo para ella”. Pero hay algo mucho más profundo en juego: estás creando una memoria visual para tu hijo, un testimonio de amor y espera que lo acompañará por siempre.
Porque sí… tu hijo va a ver estas fotos un día.
Y lo que va a encontrar no es solo una imagen bonita, sino una historia silenciosa que le dice: «fuiste esperado, fuiste soñado, fuiste amado incluso antes de llegar.»
La fotografía como memoria emocional
Estudios en neurociencia han demostrado que las imágenes que evocan emociones —como las fotos familiares— activan regiones cerebrales asociadas al apego y la identidad personal (Harvard University, 2016).
Tener acceso desde la infancia a fotografías donde aparecen rodeados de afecto, esperando su llegada o en sus primeros meses, fortalece el sentimiento de pertenencia, seguridad emocional y autoestima.
No es casualidad que los álbumes familiares hayan sido siempre parte fundamental del hogar: nos cuentan quiénes somos y desde dónde venimos.
¿Por qué importa tanto para tu hijo?
Porque un día él o ella podrá ver:
Cómo te brillaban los ojos cuando lo esperabas.
Que tu cuerpo cambió por amor.
Que hubo un momento solo tuyo, dedicado a celebrar su llegada.
Y quizás no recuerde ese instante, pero su corazón sí lo hará.
El mensaje silencioso que dejarás en esas imágenes es:
“Antes de tenerte en mis brazos, ya te amaba con todo mi ser.”
Lo que dicen las familias que ya vivieron esta experiencia
Muchas mamás que han pasado por mi estudio me escriben meses o años después para contarme que sus hijos buscan esas fotos, las preguntan, las miran. Y lo que ven no es una sesión estética:
ven la historia de amor que los trajo al mundo.
No se trata solo de dejar un recuerdo
Se trata de dejar una huella.
Una que diga: “Estuve presente. Esta fue mi historia. Esta fue nuestra espera.”
Una imagen poderosa puede hablarle a tu hijo incluso cuando tú no estés para explicarla.
¿Te gustaría dejarle ese mensaje a tu hijo?
Escribime y planificamos juntas una sesión que no solo sea linda, sino profundamente significativa.
Porque esto que estás viviendo… vale la pena ser recordado.